Nuestra Orden
ORDEN DE LAS HIJAS DE MARÍA NUESTRA SEÑORA
Instituto de vida consagrada que fusiona la vida monástica y la actividad apostólica de la enseñanza.
Está organizada en monasterios autónomos (canon 615). Su nombre manifiesta el deseo de que todos sus miembros pongan el mayor cuidado y empeño en honrar e imitar a la Santísima Virgen.
Su Espiritualidad se basa en dos pilares devoción Mariana y espiritualidad Ignaciana.
Sus Constituciones son las de la Compañía de Jesús (fundada por San Ignacio de Loyola).
Santa Juana de Lestonnac fundó la Orden de la Compañía de María Nuestra Señora. Eran conventos – colegios autónomos. La aprobó el Papa Paulo V el 7 de abril de 1607 con el Breve Pontificio «Salvatoris et Domini». La Orden se extendió por Francia y en 1650 pasó a España.
La casa de Talavera de la Reina fue fundada en 1899. En 1956 todas las casas de la Orden fueron unificadas en la Compañía de María, bajo un gobierno general.
En 1975 las Madres Carmen de las Casas, Marina Martín y Adelaida Gómez, de Talavera de la Reina, pidieron a la Santa Sede que este monasterio volviera a ser autónomo, movidas por el deseo de ser fieles a su profesión. Querían mantener la vida monástica unida al apostolado de la enseñanza de las niñas. Dios les pedía que vivieran en este estilo de vida de mayor recogimiento unida a la labor educativa. La Compañía de María vivía en esos momentos una serie de cambios que la alejaban del espíritu monástico.
El 17 de octubre de 1987 D. Marcelo González Martín convirtió la casa de Talavera en monasterio «sui iuris», con el nombre de Orden de Hijas de María Nuestra Señora, según había indicado la Santa Sede el 8 de septiembre del mismo año. Las Constituciones fueron aprobadas en 1990.
En el año 2003, la casa de Talavera fundó el convento-colegio de Nuestra Señora en Valdemoro (Madrid).
MARIANA
«La devoción a la Santísima Virgen es el espíritu propio de nuestra vocación» (Santa Juana de Lestonnac. Máxima 2)
IGNACIANA
«Como existe en la Iglesia una nueva Orden de hombres apostólicos bajo el nombre y estandarte de Jesús, así vosotras formaréis también una milicia religiosa bajo el nombre y estandarte de Nuestra Señora. Como os anima el mismo Espíritu, tenéis que llevar un nombre y hasta observar unas Reglas semejantes a las nuestras, conforme a vuestras fuerzas y a vuestro estado» (Primeras orientaciones que dio el P. de Bordes, S.J. a Santa Juana de Lestonnac y sus primeras compañeras. Otoño de 1605)
«En una palabra es nuestro Instituto, excepto la clausura, igual a la Compañía de Jesús, en cuanto nuestro sexo puede observar» (Carta de Santa Juana de Lestonnac a un Padre Jesuita. 09-III-1610).
Obediencia
Por nuestra espiritualidad ignaciana la obediencia es una nota esencial de la Orden.
“Dejad que otras religiones nos excedan en ayunos y otras asperezas; pero no permitáis que nos aventajen en la puntual y rendida obediencia a nuestras superioras” (Santa Juana de Lestonnac).
Educación e instrucción de las niñas
Nuestra Santa Madre había sufrido en su infancia los efectos de una falta de educación católica para la mujer. Dios la llamó a iniciar la primera Orden religiosa de enseñanza femenina. Hoy día seguimos ejerciendo el mismo apostolado en colegios, residencias y grupos apostólicos que ayudan a la educación de niñas y jóvenes.
Clausura
La Orden tiene clausura constitucional, que consiste en limitarse a salir sólo lo necesario para el bien de la obra apostólica y renunciar a cualquier salida de utilidad personal o de familia. Además, en la parte reservada para las religiosas no puede entrar ninguna persona ajena a la Orden.
LA INMACULADA
La Orden de Hijas de María Nuestra Señora considera a la Virgen Inmaculada como su especial Protectora. El 8 de diciembre de 1608 Santa Juana de Lestonnac consagró la Orden a la Inmaculada y la puso bajo su protección.
Las religiosas de la Orden renuevan su consagración a la Inmaculada cada año, celebran solemnemente su novena, dedican sus templos a la Inmaculada. En sus colegios la Congregación Mariana de la Inmaculada (niñas, adolescentes, jóvenes y adultos) es el grupo apostólico.
EL CORAZÓN DE JESÚS
La devoción al Sagrado Corazón ha sido siempre y debe ser el alma de todas nuestras acciones y la guía de nuestro obrar. Se muestra en nuestra vida cotidiana de un modo sencillo a través de la Hora Santa, los primeros viernes, el mes de junio, la novena al Sagrado Corazón, la consagración renovada todos los años el día de la solemnidad y el de Cristo Rey, y otros actos que reparen el Corazón de Jesús. En el colegio: el ofrecimiento de obras diario según la fórmula del Apostolado de la Oración, las consagraciones personales y de las familias, la entronización del Corazón de Jesús en los hogares, el reparto de detentes, la guardia de honor y la Misa de los primeros viernes ayudan a las alumnas a vivir su entrega al Amor de Jesucristo.
SAN JOSÉ
Las religiosas honran actualmente a San José con una oración diaria que se hace especial en el mes de octubre y en el mes de marzo. Renuevan cada año la consagración a San José y le tienen por especial protector en sus necesidades materiales y espirituales.
Los días de los Santos Patronos la Orden tiene el Santísimo Expuesto largo tiempo. Sus vísperas son días de ayuno como preparación espiritual. Y las imágenes de los Santos Patronos presiden nuestras iglesias.
Nuestro apostolado se concreta en:
- Colegios para niñas y jóvenes.
- Residencias de estudiantes. Por ello tenemos alumnas internas
- Grupo apostólico: Congregación Mariana de la Inmaculada.
- Sección de niñas y jóvenes (Educación Primaria, ESO y Bachillerato y antiguas alumnas universitarias).
- Sección de adultos.
- Colaboración con la pastoral diocesana en el área de infancia y juventud siempre que sea compatible con las tareas de la enseñanza.
El proceso de formación en la Orden consiste en:
POSTULANTADO: tiempo de conocimiento de la Orden en el que se participa de la vida comunitaria. Dura entre 6 meses y un año.
NOVICIADO: Tiempo de formación en el que se estudian: la Sagrada Escritura, el Catecismo, las Constituciones e Historia de la Orden, Historia de la Iglesia, Teología de la vida consagrada… Se participa de la vida comunitaria. Su duración es de 2 años.
JUNIORADO: Tiempo de formación en el que se continúa la vida del noviciado y se inician también los estudios oficiales o el trabajo en el Colegio. Dura entre 5 y 9 años. Las junioras son religiosas de votos simples.
El noviciado tiene vida aparte respecto a la Casa Profesa.
La Orden de Hijas de María Nuestra Señora tiene una intensa vida comunitaria.
Las religiosas:
· Oramos en común por la mañana, a mediodía, al atardecer y por la noche.
· Tenemos 2 horas diarias de recreación en común para ayudarnos y alentarnos mutuamente.
· Trabajamos en tareas comunes y realizamos el apostolado como Orden de modo comunitario.